Pecados Capitales II. Una visión renovadora
La Envidia. Por Mercedes Rosemberg
La envidia solo es mala cuando se la relaciona con la imprudencia, con esto quiero decir que jamás uno debe permitir que los demás sepan que uno es envidioso. Eso es algo que hay que evitar a toda costa.
Dicho eso, pasaré a explicar la definición de envidia más extendida.
Se lo conoce a uno como envidioso cuando resiente las cualidades, logros y bienes del otro, ya porque los desea para uno, ya porque no quiere que el otro los tenga, ya porque reduce la autoestima. Pero, repito, eso solo es un problema si los demás te descubren.
Si guardas la envidia como un asunto personal, y te cuidas de no divulgarlo, despreocúpate. Es más, deberías sentirte bien contigo mismo. La conformidad es asunto de ñoños. Un leve sentimiento de envidia siempre lo ayuda a crecer a uno. Porque todos deseamos más de lo que tenemos, eso es algo contra lo que no podemos luchar. Y si tú identificas que es lo que quieres, que es lo que te falta o te haría sentir más completo, pues bienvenida seas envidia. El primer paso para lograr los objetivos deseados, es identificarlos.
Realmente no entiendo porqué la envidia está tan mal vista, o por que algunos se empeñan en camuflarla con los celos, que son asuntos de niños. Mejor sería el mundo si todos lo asumiéramos. Pero sepan que eso nunca ocurrirá, de modo que sigan ocultando sus sentimientos de envidia.
Y ante todo deben saber que todos, absolutamente todos, somos un pelín envidiosos. Tus amigas desean tus vestidos de fiesta tanto como tú deseas los suyos. Es natural, así que no hay que sentir vergüenza alguna por ello. Olvídense del tema y vivan, por favor, que pensar demasiado en este tipo de asuntos de tan fácil solución hace que las arrugas avancen. Y por cierto que nadie envidia las arrugas, así que evítalas. Porque si es malo ser envidiosos, peor es ser envidioso y que nadie te envidie a ti.
De modo que tiren a la basura sus cintas rojas y demás amuletos, que no son más que brujería de mal gusto, y vivan la vida señores, vivan la vida.
Y a no olvidarse de una buena copa de vino.
Nota: Si ya ha sido descubierto y catalogado como un envidioso, intente inmediatamente alterar la situación recurriendo a la caridad. Ayudando a revertir la pobreza demostrará que no solo desea todo para usted.
La Ira. Por Silvia Miranda
Bien. La ira. ¿Qué puedo decir? Mi opinión personal es que la ira es como el alcohol: usar con moderación. Así como los cardiólogos recomiendan un vasito diario de vino para el corazón, yo recomiendo unos minutos diarios para dar rienda suelta a cualquier enojo o arrebato que tengamos adentro.
Sufrir con paz y serenidad todas las adversidades, no te llevará a ninguna parte. Y te hará ver estreñido. Porque la ira que se acumula es una sustancia corrosiva, más vale largarla hacia fuera que conservarla uno dentro.
Ya sea en el trabajo, el la casa o en la vía pública, haga uso de la ira si así lo cree conveniente. No lo piense dos veces, un par de gritos bien puestos solucionan un problema de raíz. Puedo garantizarlo, después de trabajar más de medio siglo como empleada estatal, puedo garantizarlo. Oh, sí.
Por otro lado, la ira bien manejada tiene el mismo efecto de un calmante o una ducha fría. No todos tenemos a mano un masajista profesional, así que si se sienten tensos y contracturados, lo mejor es ponerse a gritar. Recomiendo detenerse cuando se vean estrellitas.
Guardarse las cosas es inútil, a la larga todo termina apareciendo por la fuerza. Como cuando escondes los papeles de trabajo, lo que jamás es recomendable.
Muchas veces es buena una descarga grupal, sobro todo funciona bien en el trabajo. Júntense con los compañeros y griten, griten, griten. Largen toda esa basura que tienen adentro. El resultado está garantizado, hablo con propiedad. Por otro lado, esta técnica sirve para ir eliminando viejos rencores. Funciona igual que una limpieza de primavera.
A aquellos que no les gusta gritar, pero que a menudo se sienten invadidos por una furia que los desborda, les digo que tampoco se preocupen. Hay mil técnicas que pueden aplicar en esos casos, como romper papeles, rayar febrilmente una hoja con una lapicera, o estrellar un vaso contra la pared, por citar solo unos ejemplos.
No duden en tomar en cuenta estos consejos, más de cincuenta años trabajando para el gobierno me han dado la prueba suficiente de que funcionan, funcionan.
6 Comments:
Verdaderamente encantador. Amo su forma de dar vuelta todo y hacernos sentir bien con nosotros mismos.
Mercedes: Eres toda una dama!
Sandra
Lo amo lo amo lo amo!!!
De verdad no se les ocurre nada mejor que esto?
Chicos! Lo hicieron otra vez! Acabo de leer las dos publicaciones, estan geniales!!!!
No puedo esperar ver como termina!!!
Que pecado le tocó al Padre Prudencio???
Besitos!
Muy entretenido no entiendo mucho muy bien como funciona esta pagina web pero me parece diverido porder leer cosas interesantes como estas sigan asi.
Que rico vocabulario hay aqui, como para ser un blog.
Yo ya mandé mis ideas a su mail, espero las disfruten.
Inés.
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